El estudio ha sido hecho por Gallup Internacional, y pone de manifiesto que ningún rincón del globo está exento de este mal, si bien en algunos lugares su extensión es dramática: África (91%), Iberoamérica (82%), Oriente Medio (79%) o Norteamérica (71%). En algunos pocos enclaves aumenta la población resistente a esta epidemia y crece el ateísmo. Es el caso de Israel (11%), la República Checa (20%) y el excepcional de Hong Kong, con un 53% de ateos. Parece que todavía queda algo de esperanza.
Se hace también patente la relación inversamente proporcional entre superstición y educación: gente sin estudios o con estudios primarios son más supersticiosos (76%) que quienes poseen educación universitaria (64%). El ateísmo muestra una relación directamente proporcional con el nivel educativo, y pasa de un 3% en el grupo de personas con estudios básicos o sin estudios, a un 7% en el de los titulados superiores.
De modo que los que viven de extender esta infección seguirán dando la batalla por el control de la educación. Les va el negocio en ello. Por supuesto, seguirán enviando a sus misioneros por todos los lugares del planeta donde más cruda sea la pobreza y más susceptible las personas para caer en esta enfermedad.
Breve: El incombustible Rajoy ha dicho hoy que "un bobo solemne es mucho más peligroso para España que un patriota de hojalata". Por descontado, don Mariano, que usted en su patriotismo chatarrero es mucho menos dañino para nuestro país que aquel bobo solemne que era su anterior jefe, el deleznable José María Aznar López.
Brevísima: A los seminaristas de la secta católica en Granada les censuran internet y les restringen la televisión. Se supone que aislándoles de la realidad no podrán desarrollar ningún tipo de simpatías hacia la llamada cultura gay.
Fugaz: Veo en el blog de Javier Armentia un enlace a un estupendísimo artículo del genial Richard Dawkins, que recomiendo a todo el mundo.
1 comentario:
Magnífico post. Intentaré mantenerme entre la brecha de los ateos, si bien reconozco ciertos privilegios como post universitario con postgrado, perteneciente a un estrato social de renta media (media-baja, pero media al fin y al cabo).
Que hasta la superstición entienda de clases... A ver si alguien se decide a resucitar en serio a don Karl.
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