17 enero 2007

Aborto sí, aborto no

En nuestro país vecino andan en plena campaña por un referéndum sobre la despenalización del aborto y, como es normal en ellos, uno de los jerarcas de la secta criminal católica, el que pastorea el rebaño de Braganza, ya ha dado su opinión. Es lo bueno de estos hechiceros parlanchines: que tienen dictamen para todo, ya sea divino o humano... y gracias a ello La Caverna Nacional-Católica tiene también trabajo para rato.

Pero, en fin, volvamos a lo que dice el tipejo en cuestión: "el aborto es apenas una variante de la pena de muerte". Siendo así, uno se pregunta el porqué de la inflexible oposición al aborto por parte de su boba superstición, dado que la pena de muerte está contemplada como una posibilidad legítima en el núm. 2266 del estupidiario católico. Ante ello podemos sacar dos deducciones alternativas: o este estafador con faldas no se ha leído bien dicho Estupidiario, o está haciendo simple y llana demagogia. Como lo primero supondría que a este individuo no le dejarían llegar tan lejos en la carrera clerical como para ostentar el título de supervisor de la susodicha secta, más bien tenemos que pensar que está intentando engañar al votante.

A mí personalmente me producen verdadero asco los movimientos antiabortistas. Por lo general se trata de grupos de malhechores que encubren sus andanzas cuasi-terroristas amparándose en la escusa de la defensa de la vida, o bien de hipócritas que utilizan la misma cuestión para hacer proselitismo religioso, pero que luego se desentienden de la suerte que puedan correr los niños que sí nacen. A la vista está.

Por otro lado, el aborto no es algo que me agrade en demasía, por la sencilla razón de que si nuestras madres hubieran decidido practicarlo, ahora mismo no estaríamos aquí. De modo que no alcanzo a tener una opinión definitiva sobre el tema. Como tampoco la ciencia, por cierto, ha llegado a una conclusión comúnmente aceptada sobre cuál sería el momento a partir del que un feto humano puede considerarse persona como tal.

Pero es un tema con más complicaciones: ¿acaso no habría que considerar que cada vida es única e irrepetible y que un niño que no llega a nacer es una oportunidad de existencia que se pierde para siempre? ¿Y qué hay de aquellos que desean ser padres por adopción pero no encuentran niños a los que adoptar y tienen que ir a buscarlos a China o Iberoamérica? Además, antes de hacer cualquier valoración, ¿no habría que ponderar también las circunstancias personales de la madre que recurre al aborto?

Por suerte o por desgracia no soy mujer, y por lo tanto no me atreveré a decirles a las mujeres lo que deberían hacer o no, porque al final no soy yo quien va a vivir la vida de una mujer que aborta. Si fuera mi pareja la que quisiera poner fin al embarazo de un hijo mío, en principio me mostraría en contra. A menos, claro, que llevar adelante la gestación pudiera poner en grave riesgo su vida, pues en ese caso preferiría quedarme con mi mujer, a la que conozco y amo, en vez de con un niño al que todavía no conozco ni, por tanto, puedo aún amar.

Ya decía Bertrand Russell que "uno de los problemas de este mundo es que los necios y los fanáticos están siempre llenos de certezas, mientras que la gente inteligente vive sumida en las dudas". Dejemos, pues, a los necios y fanáticos cristianos con sus certezas sobre el aborto, y esperemos que la gente inteligente pueda ir poco a poco disipando sus dudas con la ayuda de la razón. Y, en cuanto a los votantes en el referéndum portugués, que cada uno vote libremente en función de su propia conciencia y no siguiendo las tontas consignas del obispo de turno.


3 comentarios:

Unknown dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo en lo de esa hipocresía que asoma cual plumero de los "pastores de la muerte".
El aborto es algo serio, la decisión es importante y cuanto menos dudas mejor, y ahí están los católicos sacándose de la manga el proceso antinatural del "ensufle del alma", de almas no hace falta entender para darse cuenta que el ser humano es consciencia, es la capacidad de sentir, y estas capacidades derivan del sustrato neuronal, del sistema nervioso central.
El momento de la formación de este sistema en el feto, que podría darle la capacidad de sentir dolor, avanza a partir del cuarto mes para estar formado a partir del quinto...
las leyes en España las considero correctas, ya que plantean la decisión "normal" de abortar antes del tercer mes de embarazo... lo considero un tiempo razonable.

Gracchus Babeuf dijo...

Caes en un error inducido. No se trata de estar a favor del aborto. Nadie está a favor del aborto, que sea voluntario o espontáneo siempre es una desgracia.

Mchos como yo no estamos a favor del aborto, sino en contra de que las mujeres que deciden abortar y los médicos que las atienden acaben en la cárcel.

Santiago Castillo dijo...

Por fin: no hace falta ser creyente para estar en contra del aborto (como cuestión de principios).

Enhorabuena. Comparto plenamente tu opinión sobre el tema.

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